La mesa redonda sobre “Las experiencias investigadoras en Bellas Artes” de la jornada de “La investigación y la docencia en Bellas Artes” tuvo como protagonistas al catedrático, Miquel Planas; y la doctora Amparo Sard, y el presidente de la Comisión de Elaboración y Diseño del Plan de Estudios del Grado en Bellas Artes (CED), el doctor Antonio Fernández-Coca.
El catedrático Miquel Planas argumentó sobre la importancia de la defensa de tesis doctorales enmarcadas en la práctica artística. “Aunque la aceptación y el reconocimiento de nuestra ‘especial y compleja’ cientificidad han sido lentos, en estos momentos la equiparación entre les áreas de conocimiento oficiales, es absoluta; aunque nos queda aún camino por recorrer para ahondar y mejorar en la definición de nuestra investigación, a veces marcada inconscientemente por otras áreas de conocimiento, fundamentalmente de las ramas humanísticas. Las tesis doctorales podrán aportarnos grandes resultados y es uno de nuestros objetivos más importantes en la actualidad”.
Miguel Planas explicó que el gran cambio en la docencia universitaria de Bellas Artes se generó en la década de los años setenta, momento en que las Escuelas Superiores pasaron a ser facultades de Bellas Artes: “El inicio parecía complicado, e incluso absurdo por parte de mucha gente involucrada, pero poco a poco las facultades de Bellas Artes se han ido equiparandoal resto de carreras. Ello ha permitido aportar una vertiente teórica y de saber a estos estudios, dotarlos de un cuerpo teórico que ha ayudado a los artistas tanto de la vertiente más conceptual, como a aquellos que desarrollan una actividad básicamente práctica”.
En este sentido, subrayó que “los estudios se han encaminado también hacia la investigación, especialmente en la etapa de doctorado, aportando un gran conocimiento y calidad a los mismos”.
Doctor Antonio Fernández-Coca: “La investigación es uno de los puntos más importantes que marcan la calidad de la Universidad”
Por su parte, la doctora Amparo Sard incidió en el valor de la investigación sobre esos procedimientos necesarios que han surgido a partir de la experimentación en el entorno creativo y de las emociones, que permita transmitir los resultados. “Una adecuada estructuración de una investigación artística permite saber exactamente qué es lo que planteamos, dividirlo en problemas menores que puedan tratarse de forma individualizada, estableciendo un plan concreto para la resolución de cada fase. Los artistas estamos en constante experimentación, la necesitamos, es un constante análisis del entorno. La estructuración de esa experimentación es lo que permitirá llegar a las conclusiones fundadas en argumentaciones claras y definidas”, concluyó.
Finalmente, el profesor de la UIB y presidente de la Comisión de Elaboración y Diseño del Plan de Estudios del Grado en Bellas Artes (CED), el doctor Antonio Fernández-Coca, apuntó a la investigación como “uno de los puntos más importantes que marcan la calidad de la Universidad. Nuestra misión es la de formar a nuestros estudiantes de manera totalmente actualizada y con visión de futuro. La investigación en Bellas Artes también es transferencia de calidad que busca beneficiar el progreso de la sociedad