La doctora Ascensión Marcos, miembro del CSIC, ha explicado durante su intervención en la sesión de la cuarta jornada de la II Nutri Week, Semana Internacional de Docencia e Investigación en Nutrición que el estudio de la interacción entre la nutrición y los procesos internos se aborda tanto en la salud como en las diversas patologías. “El sistema inmunitario se encarga de hacer frente a las agresiones ocasionadas por agentes extraños y está formado por una amplia red de células, tejidos y órganos que funcionan conjuntamente, resultando imprescindible para mantener un buen estado de salud”, ha afirmado.
A todo ello esto, la doctora ha incidido en la necesidad de añadir que “el cuerpo humano es un gran nicho de microorganismos, la mayoría de ellos con funciones vitales para la salud del individuo, pero también con riesgo de poder desarrollar graves patologías. El conjunto de microrganismos que están presentes en un hábitat constituye su microbiota”.

Con el fin de cuidar la salud del individuo, ha calificado de “imprescindible” mantener un microbiota saludable, que será la clave para prevenir cualquier tipo de patología relacionada con el sistema inmunitario (infecciones, alergias o procesos inflamatorios). Por ello, es de especial interés “evitar tener el riesgo de desarrollar diversas enfermedades crónicas no transmisibles a las que nos enfrentamos hoy en día, siendo la mayoría de ellas, derivadas de la obesidad como el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, autoinmunes, y neurodegenerativas, hígado graso no alcohólico, el síndrome de intestino irritable o el cáncer”.


La doctora Ascensión Marcos ha detallado que “existen múltiples factores que conllevan a la conformación de una determinada microbiota, por lo que es indispensable que el estilo de vida, en el que se incluye la alimentación, sea adecuado para conseguir un estado saludable apropiado”.
“Es imprescindible cuidar la ingesta alimentaria durante toda la vida, preferiblemente basándose en la dieta mediterránea y evitar el estrés, este último, sobre todo, a base de estrategias para calmar la ansiedad, entre las que se pueden encontrar, además de alguna práctica deportiva, el yoga, pilates, o la meditación mindfulness”, ha argumentado.
Finalmente, la doctora ha concluido que “se trata de promocionar una interacción entre la nutrición, el sistema inmune, el cerebro y el microbiota intestinal que, junto con los factores de estilo de vida, se consiga avanzar en el estudio de la inmunonutrición, vigilando siempre la edad, el peso, la actividad física y el estrés”.
La segunda ponencia de la tarde fue la impartida por el doctor en Biología Marina de la Universidad de California, Gerardo Toledo, quien ha explicado el microbioma de las plantas comestibles y la salud humana. El doctor ha desvelado que “utilizar el microbioma de las plantas comestibles contribuye en la labor de producir alimentos más nutritivos y saludables”.
La tarde se cerró con el doctor Robert Olek, de la Universidad de Poznam (Polonia) quien ha presentado su investigación que se centra en cómo los microbios intestinales utilizan L-Carnitina como fuente de combustible y producen trimetilamina (TMA) como subproducto, que luego se convierte en N-Óxido de TMA (TMAO) en el hígado.

Se ha demostrado que la suplementación con L-Carnitina tiene efectos reductores significativos en la glucosa plasmática y la hemoglobina glicosilada en suero, aunque no hay una relación clara entre la ingesta total de pescado y la diabetes. También, se ha evidenciado una asociación positiva entre los niveles circulantes de TMAO y un mayor riesgo de diabetes.
La última ponencia se centró en los conceptos básicos del trasplante fetal para un profesional de la nutrición y la dietética, a cargo de la doctora Alice Chaplin (UIB).
Chaplin ha afirmado que “el trasplante fetal se trata de la infusión de heces filtradas a los intestinos de un individuo con la intención de mejorar y/o aliviar una enfermedad determinada. Al trasplantar estas heces, las bacterias sanas pueden colonizar el intestino de paciente y promover una simbiosis, eliminando así las nocivas”. Aunque es una práctica que se sigue dando mayoritariamente en el ámbito de la investigación, también se usa en la práctica clínica.